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Ugalde cura opositor y chavista, ¿Cómo se hace con las contradicciones?
Sólo son posibles por la perfidia
Luis Ugalde es comunista. Pero mucha gente no lo quiere ver, porque es cura. Bueno, un poco de pilas hay que ponerle a mis muchachos, a los que dicen eso, ¿no sabían que el comunismo subsistió en el mundo por un poco de curas hispanoamericanos, que fueron sus más abiertos defensores en su hora más oscura? Claro, la gente de Alinsky y los neocons, en los Estados Unidos, o el KGB Putin, de Rusia, por ejemplo, son comunistas mucho más importantes, pero estos curas se tomaron en serio la propaganda revolucionaria, cuando todo estaba en su contra. La mayoría de estos curas es jesuita, en todos los países. Son los que ahora quieren que la fe sea LGBT y ecología, porque la revolución busca los movimientos que muelan más totalmente a la sociedad. Ugalde es cura y comunista.
“Pero se opone a Chávez”, dicen, con un candor que enternece. NO han leído a Marx ni a Lenin… no oyeron a Chávez (“los tengo infiltrados hasta los tuétanos”); no leyeron a José Vicente o a Luis Castro Leiva, su artículo, sobre otro de José Vicente, en el que hablaba del consejo astuto de Rangel sobre que, si Chávez muele a toda la oposición, tiene que crear una a su medida. No se acuerdan de Arias Cárdenas, candidato de oposición y subjefe del gobierno. Son como los idiotas que estaban en el Hilton aquella infausta tarde del año 2000, cuando se lanzó la candidatura de oposición de Arias: imagínenlo, toda la oposición, con una candidez asquerosa, aplaudiendo al “Árbol de la Triple Raíz”, que inspiró al MBR 200, de Chávez-Arias, del golpe de estado que dieron los dos, el 4 de febrero del 92. Ganaron, todo el país estaba con ellos: si ganaba la revolución, ganaba la revolución; si ganaba la revolución, ganaba la revolución. Y todo el discurso es controlado por los revolucionarios, del furibundo reaccionario, pasando por el verdaderamente libre (cree él, si no se da cuenta del engaño), hasta el radical comunista que quiere atacar iglesias, matar curas y robar mansiones de La Lagunita y el Country. ¿Ustedes de verdad creen que Teodoro, que fue guerrillero, hijo de guerrileros judíos polacos y búlgaros, que condujo ataques terroristas, que soñó toda la vida con el imperio fidelista, se volteó el día que llegó la victoria? ¡Es el socio de toda la vida de José Vicente, caramba! Ugalde no es de oposición… o es de oposición controlada, es del otro equipo, como lo muestran sus actuaciones y sus artículos (por ejemplo: http://www.bbc.com/news/world-latin-america-39980403; y http://www.cesarmiguelrondon.com/opinion-2/el-espacio-de-mis-amigos/la-hora-la-conciencia-luis-ugalde/).
El poder del desengaño, de esperanzas vana y virtuosas
Chávez, la MUD, los gringos, el progreso, los rusos, Goldman Sachs y otra catajarra

Steven Mnuchin, secretario de tesoro, Goldman Sachs, Soros, Hollywood, símbolo actual del poder gringo
Los venezolanos vivimos, como todos los seres humanos, de esperanzas. No se puede vivir sin ellas. Hay una virtud sobrenatural, infundida por Dios en el alma, que consiste en la rectificación de esta pasión, haciéndola habitualmente conforme al orden divino sobrenatural. Lo malo no es la pasión de la esperanza, lo malo es cuando la esperanza es vana, la esperanza en objetos viciosos, sea por cualquier motivo: sea porque, de suyo, son ilícitos, o sea porque no merecen que pongamos en ellos nuestros anhelos y horizontes o que los consideremos salvadores sin que merezcan el título.
Venezuela se independizó, abandonó el estatus de provincia de la Corona española y pasó a formar una república independiente, a partir de la Capitanía General, formada a su vez por antiguas provincias de los virreinatos de Santo Domingo y de Santa Fe. Obviemos aquí ese episodio llamado Gran Colombia y los estragos de la guerra independentista…
El asunto es que, los primeros 18 años de la vida de emancipados fue “normal”. Todo cambió el día del asalto al congreso, en 1848. Ésa fue una campanada, el despertador, cosas terribles, turbulencias, estaban por venir. Los perturbadores: uno que dijo: “nosotros dijimos federación, porque ellos dijeron centralismo; habríamos dicho centralismo, si ellos hubieran dicho federación”; y el otro que dijo: “maten a todos los que sepan leer y escribir”. Y su himno fue: “quisiera ver a un cura colgado de un farol y cuatrocientas monjas con las tripas al sol”. Se lanzaron su guerra en 1859 y dominaron el país desde entonces. Cuando Guzmán Blanco, que lo único bueno que nos dejó fue la palabra ‘coroto’, se murió, el país era un arrase, una mentira: los gochos llegaron a Caracas, después de casi mil kilómetros de marcha, con 60 hombres. Ésa es la medida de la articulación civil en 1899, la herencia del PROGRESO. Pero ellos, los progresistas, cínicos y salvajes, ganaron; por 70 años no hubo órdenes religiosas en el país, salvo de manera subrepticia. El Ilustre dicta el decreto de educación universal, luego de que acaba con la infraestructura educativa, CATÓLICA, del país. Y después de que, oh, dolor, ha acabado con el campo y los pueblos de misión, ha robado a los religiosos, a los campesinos, a los indiecitos, dando latifundios inmensos a sus amigotes. Supongo que querría imitar a sus adorados progresistas ilustrados europeos, franceses, alemanes y, los campeones, ingleses. El país está arrasado, pero es progresista hasta la médula, en 1889; y Capelletti se asombra de la resistencia del virus positivista venezolano, inmune a otras corrientes de pensamiento de principios del siglo XX… Guzmán gobierna hasta López Contreras, lo hacen sus muchachos, Vallenilla Lanz, Arcaya, Zumeta, Gil Fortoul, que Gómez usa para administrar su poder omnímodo.
Con la universidad (salvo ULA y los Parra) bajo estos hijos de Guzmán-Ernst, el país es uno de ensoñación progresista y entreguismo intelectual y pragmático a los gringos y europeos. Así, la cantidad de veneingleses, venezolanos que quisieran no ser venezolanos, sino gringos o Malbrough, Mambrú, pues, que hay hoy se explica por una victoria tan aplastante. “Compinche, ellos son superiores, porque a nosotros nos conquistaron los españoles…”. Es decir, tienen complejos fuertes de inferioridad, porque nosotros SOMOS ÉSOS QUE SON LOS ESPAÑOLES Y SUS HIJOS, ETC. En un país en que lo mejor de él se tortura de esa manera, por haber claudicado de su esencia y sus modos de valorar, en favor de los de los enemigos históricos (hasta Bolívar, animal ilustrado, lo sabía: “los Estados Unidos parecen destinados por la Providencia a llenar de hambre y miseria a la América, en nombre de la libertad”; o Bello: “tenemos que primero conocer nuestra propia estatura, antes de poder recibir con provecho los aportes de otras latitudes”), en una país así, las calamidades sociales están adelante, a cada paso, en esa caminata por la oscuridad, por la completa ceguera que es vivir sin conciencia, sin saber quién se es, qué es lo bueno para uno y cómo se mide y pondera a los aconteceres. Éste es el Mensaje sin Destino del hombre grande del siglo XX, don Mario Briceño Iragorry.
El suicidio hispanoamericano
Aceptamos “comunistismos”*, aunque rechacemos el “populismo”, siempre que vengan del “primer mundo”

Hay que apreciar a Obama, ha logrado que la subversión típica de su revolucionario país, afecte al mismísimo: ahora el sambenito está enfilado para allá… también
* Comunistismo: ‘cualquier idea o modo de obrar o criterio de juicio comunista’: porque ‘comunismo’ es otra cosa y no creo que exista otra palabra, inventé el neologismo, valga, aunque sea por esta vez, con su venia y sus disculpas…
Llena de candor ver a venezolanos aplaudiendo a cualquier porquería que no sea Chávez y su combo, aunque se trate de un aliado internacional [el de Uruguay o la de Chile, por ejemplo] de la plaga de Barinas [Chávez]. Daría risa, si no fuera tremenda tragedia. Todo viene de la época en que el “Ilustre [Americano] se iba a París a viví y empobrecía el soldado a quedá”. Desde allí, muchas veces, hemos dado “la media vuelta, [dado] la vuelta entera”… Pero Hispanoamérica sigue siendo la misma: “no un temperamento igual de corazones heroicos”, como el Ulises de Tennyson, sino una manada de borregos liderados por un poco de masones, llenos de entreguismo intelectual, a los que no les llegó el eco del discurso del 17 de septiembre de 1843 de Bello, en la inauguración de la Universidad de Chile: primero tenemos que vernos a nosotros, conocer lo profundo en nosotros (con los clásicos griegos y cristianos, que inspiraron nuestro ser, añadamos), y luego se podría ver por dónde van europeos y gringos. Cappelletti observa que la Venezuela del Ilustre (Guzmán Blanco: gobernó directamente o por interpuesta persona, desde 1863 hasta 1889) y hasta los años 80 el país se hizo presa increíble del positivismo, su progresismo de base y del evolucionismo; tanto, tan profundamente, que ya no hubo, por más de un siglo, filósofos propiamente tales en el país, sino historiadores, médicos, físicos, químicos, literatos, pedagogos, con pensamientos profundos: ellos constituirían la “filosofía” del país. Puede que el caso venezolano sea único, por la impronta del tirano, que duró tantos decenios, pero tiene evidentes paralelos en todo el continente. Brasil no tiene en su bandera el lema de Comte por casualidad: Orden y Progreso… México y Uruguay atestiguan mucho de esto. Y, finalmente, con la debacle del catolicismo de los últimos 50 (y pico de) años y otros avatares hasta países como Argentina, Colombia o Chile, con más estabilidad institucional en la etapa “republicana” (y con mucho menos interferencia gringa que la pobre Centro América, México, el pobre Caribe hispano y Venezuela), han venido a caer de la manera más miserable. Hoy, a países con poblaciones, todavía, con más de 80% de cristianos, aunque ya no todos católicos, les meten “matrimonio” homosexual y no pasa nada: es el progreso. Europa se manda por caminos neo-comunistas disfrazados, Inglaterra se sale y un poco de “intelectuales” venezolanos, enemigos acérrimos (sinceros) del comunismo chavista se rasgan las vestiduras. Mientras, aplauden a Hillary y a Obama, los pupilos, auto-proclamados, de Alinsky, el rebelde comunista de Chicago. Los estudiantes chilenos deploran el estado actual de Venezuela, pero se lanzan a destruir las universidades, con lemas sacados de las proclamas más incendiarias, del más rojo y extremo de los discursos del demonio de Sabaneta [Chávez].
En ese marco, se da la siguiente conversación, que tuvo lugar realmente, letra por letra, aunque yo haya cambiado algunas partes del hecho, al transcribirla aquí. Todo empezó con mi amigo, Arturo Salazar, que siempre está despierto, buscando puntos que amenazan, ofenden o dañan al bien de la Iglesia, del orden del mundo, de la cultura patria, etc. Arturo es chileno, es un dato importante, porque la conversación tiene varios modismos y, aún, cosas de la cotidianidad de este país. Pero se pudo producir en cualquier lugar de nuestro continente amado, aunque no sepamos que es así, que es de todos, de todos los herederos de Cristóbal Colón, Diego de Lozada, de Hernán Cortés, de Gonzalo Pizarro, de Pedro de Valdivia, Bartolomé de las Casas y de tantos misioneros de Cristo y la civilización que vinieron a levantar en estas tierras un mundo con los más altos principios de la cultura y el orden cívico. Les dejo la conversación (con aclaratorias terminológicas mías); y, al final, les pongo un pequeño comentario:
Arturo: En el post-Chile, vegano, anilmalista, feminista, asambleísta, marihuanero, cuir [queer], autónomo, diverse [se pronuncia la ‘e’, la idea es que se ponga la palabra en una forma “sin-género”] empiezan a prohibir el rodeo huaso [un deporte con toros, como hay tantos, en estas tierras hispanas renegadas]; enraizado en la tradición campesina de nuestros antepasados, como inseparable de la identidad chilena profunda. Hemos reemplazado huasos por flaites [niches, diríamos en Venezuela, arrabaleros, palurdos, marginales culturales “ilustrados”] y pronto tendremos empanadas veganas y diverses para todes [ibíd.: “sin-género”]. Prohíben las empanadas con carne “alto en calorías”, la marraqueta [el tipo de pan más popular en Chile], quizás pronto la chorrillana [un plato con papas, carne, salchichas, huevo], el sanguche [sic, a la chilena] tan chileno. ¡Coma productos veganos, mejor! Un pueblo sin raíces, sin tradición, sin la honra de los antepasados y sus esfuerzos no sólo es un pueblo ingrato sino un pueblo manipulable por el Comunismo.
Estudiantes: ¡guerra de clases, fuera las sanguijuelas de las universidades!
Democracia YA, en las universidades PRIVADAS chilenas

Los que hicieron esto, los que entraron en una Iglesia a hacer actos vanpálicos, ésos son los héroes que tienen que decir cómo sea la Academia chilena
“Tenemos que metamorfizar la educación. El futuro está en nuestras manos. Los estudiantes somos todo. No esos pocos, los que se están haciendo ricos y los chupamedias de los que se están haciendo ricos. Ya no llenaremos más el bolsillo de los ricos. Esos profesores… Queremos una educación digna y de calidad, una educación metamorfizada, democrática y GRATIS y privada. Abajo el lucro, invento de satanás, invento del malvado cristianismo patriarcal, heterobinario. Fuera de nuestras vaginas [a no, eso era en la otra marcha, jeje, perdón]. Democracia, democracia. ¿Quién nombró al rector, quién, ah?, yo sé que yo no nombré a ese señor, ¿cómo se me va a imponer? Claro, no es él, él es una marioneta, la corporación, los patrocinadores, los promotores de esta canallada, LOS RICOS, LOS RICOS. Nunca más, viva mi comandante Chávez [ay no, Eulogita, eso es en la otra marcha, en la de la U-Ch – perdón, jijijji]. Educación laica y digna. Estamos hartos del hacinamiento; nos cobran barbaridades… claro, para darnos cosas que no son útiles, humanidades, filosofía, clases de catecismo para ilusos… Inventos de los ricos para adormecer el ímpetu revolucionario. Nunca más lucro: democracia, democracia. Todas las balas serán devueltas [Eulogita, otra vez, eso es en la de la U-Ch – Bueno, po, también puedo meté una cuñita pal Che, el Che también tiene que aparecé, pero sigamos, po]. Una constituyente ya; tenemos que refundar el estado, un nuevo pacto político [como mi comandante Chávez, como el compañero Evo, Correa, el caído Zelaya: Honduras, allá llegaremos]. Metamorfizar, metamorfizar. Los que mueren por la vida no pueden llamarse muertos, como dice el compañero, camarada, Alí Primera, primer revolucionario de los hermanos venezolanos, ¿qué digo?, chavezianos [Eso era de la U-Ch, pero se ve lindo aquí, como culto, internacional, como la revolución, mundial]. Democracia, gratuidad, laicismo, NO AL LUCRO”…
Qué discurso más prometedor, qué discurso tan sublime. Sobre todo si tienes a todos los estudiantes universitarios de Chile o repitiéndolo (hasta las partes entre corchetes)… o sin saber cómo responder (el pequeño remanente). Y, máxime, si con los movimientos de 2006-2007 y 2011 los has tenido toda su vida repitiéndolo y, para rematar, tienes tres generaciones de universitarios [15 promociones] sometidos a esta campaña, que es, para colmo, omnipresente en los medios, en tonos más que laudatorios. No podemos perder.
De ahora en adelante, cuando digamos que la farmacia de la esquina, la tienda de ropa, la hacienda o la fábrica deben democratizarse, no habrá quien se oponga como con las cooperativas en Venezuela, las que llevaron a ese país a la más increíble ruina –aunque dirigentes ex-estudiantiles–políticos chilenos digan que está en su apogeo–. Ya, cuando digamos que la sociedad es guerra de clases, no habrá quien diga que eso es una locura. Si las relaciones paternales entre un profesor y sus alumnos se han transformado en las relaciones del lobo desbocado en su ansia de sangre. Y quienes arriesgan pellejo y capital para aumentar las posibilidades de la población en general para acceder a la educación universitaria han sido transformados en sanguijuelas a las que lo único que les queda es esperar el plaguicida. Peor aún, ahora unos que quieren “metamorfizar” la educación se creen autorizados para participar en la elección de instituciones que tendrían que estar amparadas por el derecho de asociación… La guerra no ha empezado, pero no hay manera de que no la hayamos ganado ya…
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Las oraciones del primer párrafo, del discurso ficticio de la estudiante ficticia, llamada Eulogita, son tomados, todos ellos, el de las balas incluido, en paráfrasis o literalmente, de pancartas que he visto en la Universidad Santo Tomás y en la Universidad de Chile, aquí, en Santiago.
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Queridos muchachos:
Piensen, lo que tienen entre manos no es poca cosa. Estoy completamente seguro de que se han dejado llevar por una marea, sin mucha deliberación interna y sin conocimiento profundo de las implicaciones de sus actos. Todo este país depende de que mediten con detenimiento. Mientras más de ustedes recuperen la cordura, mejores perspectivas tiene este país. Vamos a repasar, uno por uno, todos los puntos más importantes del discurso presente en la crisis universitaria.
La ofensiva contra la Iglesia con la lanza de la pedofilia
Los demonios de Dostoievsky dan la nota: empantana, que eso destruye

Demonios de Dostoievsky, manual de acción revolucionaria, manual para aprender a enfrentar la revolución; libro profético sobre el destino de los demonios
Cuando Francisco iba de México a Roma, le salió el periodista con el ataque típico: los curas abusadores. Habla en plural, nótese. Cuando pasa a describir su caso, sale con lo típico, Maciel, el fundador de los Legionarios de Cristo. Entonces, será “el cura abusador”, en singular. Ya está bueno de la manipulación.
La cosa llega a niveles inauditos. La cantidad de casos fabricados, enlatados, sólo para empantanar es abrumadora. En los Estados Unidos, se ha hecho una costumbre tan arraigada que se dan todos los elementos típicos de sociedades normales. Hay abogados que viven de buscar víctimas, verdaderas y ficticias, para demandar a la Iglesia. Las diócesis ya tienen políticas establecidas de arreglo extrajudicial, aún para casos falsos, pues los juicios son más caros que el acuerdo. Y un largo ETCÉTERA. Así, para poner el botón de la muestra proverbial, les traigo este caso. Un obispo australiano, Max Davis, antiguo obispo de las fuerzas armadas de ese país, es acusado por abuso a 4 estudiantes, hace 46 [CUARENTISÉIS] años, cuando daba clase en una universidad benedictina (tengan esto plenamente en cuenta: ahí él mismo era un venteañero). El caso era ridículo, pero la Iglesia tiene que ser perseguida, te ganas óscares, como la gente de la película Spotlight, si lo haces: el caso va a juicio. El juicio dura nada y el jurado, en tiempo corto, concluye lo inevitable: inocente. Pero, hermanos, el daño está hecho, su reputación manchada, la Iglesia puesta un poco más, en tela de juicio (vid. https://gloria.tv/video/8x3QwR44Z5k)…
Es el programa de Piotr Stepánovich Verjovenskii, el demonio mayor de Dostoievsky: “cada sección actuante [de la red extendida por toda la sociedad] hará prosélitos y, extendiéndose en otras secciones análogas hasta el infinito, tiene por misión la de, mediante una propaganda sistemática delatora, minar continuamente la autoridad de los poderes locales, engendrar la duda en los vecinos, fomentar el cinismo y el escándalo, la incredulidad absoluta en todas las cosas, el ansia de mejora y, finalmente, provocando incendios como medio popular por excelencia, lanzar una región, en el momento indicado, si es preciso, incluso a la desesperación” (Demonios, III, IV).
Es, en un párrafo, el trámite de toda la historia. La revolución necesita empantanar, en eso consiste todo: “mientras peor, mejor”. Se trata de algo que Chávez nos enseñó mucho a los venezolanos: conspirar, guerra asimétrica, guerra de tercera generación y, SOBRE TODO, GUERRA PSICOLÓGICA: MIENTE QUE ALGO QUEDA, CAUSA MIEDOS INFUNDADOS, ESPERANZAS, HAZ QUE EL OTRO HABLE, QUE SE ARREPIENTA, HAZ QUE PAREZCA QUE COMETISTE MUCHOS ERRORES, QUE EL ENEMIGO SE EXCUSE DE COSAS PERFECTAMENTE NORMALES, QUE SE LO CONSIDERE CULPABLE DE TUS DELITOS, ETC…